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En este artículo te enseñaremos cómo trabajar bajo presión laboral y mantener una actitud positiva ante situaciones desafiantes. ¡Prepárate para descubrir consejos prácticos para trabajar bajo presión sin perder el control!
¿Te has sentido alguna vez abrumado por las demandas del trabajo y la presión de cumplir con plazos ajustados? Sin duda, trabajar bajo presión puede ser estresante e intimidante.
Cómo trabajar bajo presión
¿Qué es el trabajo bajo presión?
El trabajo bajo presión es una situación en la que se requiere que una persona realice una tarea dentro de un plazo establecido y con un nivel de calidad predeterminado. Esto puede ser muy estresante, ya que requiere que la persona se centre y se concentre en la tarea a realizar.
Las diferentes formas de trabajo bajo presión
Hay muchas formas de trabajar bajo presión, y algunas personas se sienten más cómodas con un enfoque que otras. Sin embargo, si usted está experimentando un alto nivel de estrés en el trabajo, es importante tomar medidas para manejarlo de la mejor manera posible. Esto le ayudará a proteger su salud, así como su rendimiento en el trabajo. Aquí hay algunos consejos para ayudarle a lidiar con el estrés laboral:
- Identifique las raíces del estrés. ¿Qué es lo que realmente le molesta en el trabajo? ¿Está sobrecargado de tareas? ¿Tiene problemas para comunicarse con sus colegas o superiores? Identificar las causas del estrés le ayudará a encontrar soluciones eficaces.
- Haga ejercicio regularmente. El ejercicio no solo le ayuda a reducir el estrés, también mejora su energía y vitalidad en el trabajo.
- Aprenda a delegar. Si está sobrecargado de trabajo, aprenda a delegar tareas a otros miembros del equipo para ayudarle a llevar la carga.
- Establezca límites con el trabajo. Establecer límites claros sobre cuándo y dónde debe trabajar le ayudará a evitar el burnout y sentirse mejor al final del día.
- Rompa proyectos grandes en tareas más pequeñas. Cuando se enfrenta a un gran proyecto, desglóselo en pasos más manejables que puedan abordarse uno por uno. Esto le ayudará a sentir un mayor control sobre su trabajo y reducir su nivel de estrés.
- Explora técnicas de relajación. Practicar técnicas de relajación como la respiración profunda, el yoga, la meditación y el ejercicio pueden ayudar a liberar el estrés acumulado.
- Hable con alguien. Si tiene problemas para manejar el estrés laboral por sí mismo, hable con un compañero o un amigo para obtener ayuda.
Los pros y contras de trabajar bajo presión
Aunque a muchas personas les gusta el ambiente de trabajo bajo presión, esto no siempre es beneficioso para la salud o el rendimiento. Aquí están algunos pros y contras de trabajar bajo presión:
PROS
- Mejora el enfoque y la concentración.
- Aumenta la motivación.
- Mejora la creatividad.
- Fomenta el espíritu de equipo.
- Fortalece el carácter.
- Enseña a manejar el tiempo de forma eficiente.
- Promueve un estilo de vida saludable.
- Te hace más resiliente ante las adversidades futuras.
- Aprendes a delegar tareas y a confiar en los demás más fácilmente.
- Ganas confianza en ti mismo y en tus capacidades.
CONTRAS:
- Pueden aumentar el estrés y la ansiedad.
- Afecta la salud física y mental.
- Puede generar dependencia a los estimulantes, como el café o el tabaco.
- Puede reducir el rendimiento general al sobreestimularse demasiado.
- Las decisiones tomadas bajo presión pueden ser poco acertadas o incluso irresponsables o peligrosas para uno mismo o para otros.
- Pueden surgir problemas de relaciones laborales entre compañeros si hay un exceso de competitividad en el lugar de trabajo.
- Puede provocar agotamiento profesional a largo plazo si no se hace un uso adecuado de la energía y del tiempo libre.
- Puede sobrecargar al cerebro con demasiados estímulos a la vez, lo que dificulta el alcance de resultados satisfactorios.
Consejos para trabajar bajo presión
- Acepta que la presión es parte de tu trabajo. No puedes eliminarla, así que tienes que aprender a lidiar con ella.
- Identifica cuáles son las situaciones que te causan más estrés y trata de evitarlas.
- Aprende a decir “no”. No te comprometas más de lo que puedas realmente manejar.
- Establece prioridades y enfócate en lo más importante. Deja de lado las tareas menos urgentes por ahora.
- Toma un descanso cuando sientas que estás perdiendo el control. Sal del área de trabajo y relájate un poco para recuperar el foco.
Capacidad para trabajar bajo presión
A menudo, el éxito en el trabajo se determina por la capacidad de mantener la calma y pensar con claridad cuando las cosas se ponen tensas. La presión puede venir de un deadline, un jefe exigente o simplemente del estrés del día a día. No importa de dónde provenga, es importante tener una buena base para lidiar con ella. Aquí hay algunos consejos para ayudarte a sobrellevar el trabajo bajo presión:
- Identifique la fuente de su estrés. ¿Es un proyecto específico? ¿Un jefe que no da instrucciones claras? ¿Falta de control sobre su tiempo? Una vez que identifique lo que le está causando estrés, será más fácil lidiar con ello.
- Aprenda a decir “no”. No se puede hacer todo, y es importante aprender a delegar o eliminar las tareas que no son necesarias para evitar el sobreestresamiento.
- Priorice sus tareas. Haga una lista de lo que necesita hacer y priorice lo más importante. Esto le permitirá centrarse en las tareas principales para cumplir los plazos establecidos.
- Organícese y mantenga un horario. Separar su tiempo de trabajo de su tiempo libre le ayudará a evitar el estrés. Si tiene problemas para seguir un horario, intente usar recordatorios o calendarios para ayudarlo a mantenerse al día con sus compromisos.
- Haga ejercicio y tome descansos regulares. El ejercicio regular mejora la salud mental, así como la física, y ayuda a reducir el estrés acumulado durante el día. Igualmente importantes son los descansos regulares: apague el ordenador por un rato cada vez que llegue al límite, respire profundamente o tome un café para relajarse.
Conclusión
En general, cómo trabajar bajo presión no es algo bueno. Sin embargo, hay algunas formas en que puedes lidiar con el estrés y aún así rendir al máximo. Toma un tiempo para planificar tu día y priorizar tus tareas. Esto te ayudará a mantenerte enfocado y evitar que te sientas sobrecargado. También es importante aprender a decir “no” cuando sea necesario.
A veces, intentar hacer demasiadas cosas puede ser contraproducente. En lugar de esto, enfócate en las tareas más importantes y deja las otras para otro momento. Por último, no dudes en pedir ayuda si lo necesitas. Nadie puede hacerlo todo solo, así que no dudes en delegar o pedir ayuda cuando la necesites.